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La intervención psicológica en la infancia y la adolescencia es un ámbito de creciente interés, tanto asistencial como en la investigación. Actualmente no es aceptable, afortunadamente, minimizar los problemas en los niños o adolescentes y tratarlos como si fueran adultos. Es fundamental realizar un estudio específico de los problemas infantiles y necesario abordarlos dentro de un marco evolutivo y multidimensional en el que, además de la edad y características el niño o adolescente, se tenga en cuenta la singularidad de cada uno de los contextos en los que se desarrollan sus experiencias.
Las intervenciones terapéuticas en estas etapas difieren de las de los adultos. En la infancia es necesario tener en cuenta el momento evolutivo en que se encuentra el niño/a ya que esto va a determinar a adecuación de sus conductas, también el papel del menor como paciente, en muchos casos, y según la edad del menor, serán los padres quienes detecten la necesidad de un abordaje terapéutico, y por tanto también será necesaria su colaboración.
A través de la terapia lo que se pretende es conseguir que los niños y adolescentes sean capaces de desarrollar y construir una autoestima sana, mejorar sus habilidades sociales, la comunicación, aprender a gestionar sus emociones y trabajar sobre los trastornos de conducta.
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Mediante el uso de terapia cognitivo-conductual, realizaré un tratamiento adaptado a tu caso.
Los miedos en la infancia son bastante comunes y se manifiestan en distintos momentos evolutivos del desarrollo de los niños y niñas, sin embargo, no podemos menospreciar su importancia y el malestar que ello provoca, además es necesario diferenciar estos miedos relacionados con la etapa evolutiva de aquellos que son de naturaleza clínica y perduran en la etapa adulta si no son tratados adecuadamente.
Los niños y adolescentes, al igual que los adultos pueden manifestar un trastorno de ansiedad. Determinados acontecimientos, como el comienzo de la etapa escolar, el nacimiento de un hermano, la pérdida de un familiar o un cambio de domicilio, pueden hacer que aparezca el problema. Las consecuencias de sufrir ansiedad en la infancia pueden ser más perjudiciales que en la vida adulta ya que pueden interferir en el proceso de crecimiento y maduración del niño/a afectando a su ámbito social, escolar, relacional, familiar, etc.
Durante mucho tiempo se pensó que la depresión era un problema de adultos, vinculado a las situaciones de la vida adulta, sin embargo lejos de pensar que los niños/as no tienen motivos para deprimirse, esto es algo que ocurre y es conveniente abordar cuanto antes. La depresión infantil difiere de la de los adultos y por ello es necesario un tratamiento específico. En cualquier caso, según la investigación llevada a cabo durante los últimos quince años, el tratamiento de mayor elección para la depresión infantil es el tratamiento psicológico.
Son conductas relativamente frecuentes en niños y adolescentes y fluctúan a lo largo del tiempo en frecuencia e intensidad, suele producir un grado variable de interferencia en la vida del menor y en algunos casos puede producir en ellos un deterioro cínicamente significativo. Aparece más en niños que en niñas y en muchos casos quienes lo padecen sufren el rechazo o las burlas de sus compañeros de clase, o incluso son presionados por sus profesores o familiares para que cesen, pudiendo afectar todo ello a su desarrollo académico, social o emocional. Es preciso actuar tan pronto como sea posible para evitar que se cronifique.
El sueño es una función corporal básica que tiene, entre otros objetivos, recuperarnos del desgate por el cansancio físico y psíquico que ocasionan las actividades diarias. Las necesidades de sueño, igual que en los adultos, difieren de unas personas a otras. Una alteración en el sueño de los niños es una señal de que algo no va bien en su vida. Las causas pueden ser diversas; desde un problema de salud, de alimentación, problemas emocionales, preocupaciones, etc. Hacer un tratamiento a tiempo puede evitar otros problemas mayores a medio o largo plazo.
Los problemas del comportamiento infantil se producen con relativa frecuencia; comportamientos agresivos, fracaso escolar, problemas con la alimentación, con el aprendizaje, etc. Estas conductas que en origen pueden ser normales, se pueden llegar a convertir en un serio problema si no se atiende a tiempo. Los comportamientos disrruptivos pueden aparecer por falta de habilidades para un correcto desarrollo psicosocial, ya sea por tener unos modelos inadecuados o por unas pautas educativas desacertadas o inconsistentes. Aquí el papel de los padres es fundamental ya que, como modelos de conducta de sus hijos, tendrán un protagonismo clave en la intervención.
TDAH supone un reto social por su elevada incidencia en la población infantil y juvenil, así como por las consecuencias a nivel psicológico que conlleva y su repercusión sobre la familia. Tanto los padres como los profesores de niños con este trastorno experimentan un estrés que hace más difícil si cabe su tarea educativa. Para los niños que lo padecen, los síntomas se manifiestan en forma de deficits de atención, impulsividad, disrregulación emocional, etc. que suponen un problema global en su vida repercutiendo en sus juegos, relaciones interpersonales, familiares y en su rendimiento académico.
Se caracteriza por alteraciones en las capacidades psicológicas, en la interacción social, en el lenguaje y en el comportamiento. Estas alteraciones presentan una alta variabilidad de un individuo a otro y, debido a que es un trastorno del desarrollo, en un mismo individuo, dependiendo de su momento evolutivo. La intervención en los trastornos del espectro el autismo está dirigida a mejorar la comunicación y el lenguaje así como la conducta problemática.
El nivel de bienestar de los niños y niñas puede variar de forma considerable dependiendo de los factores que se vinculan a su situación personal y el contexto donde se desarrollan.
Lejos de entender a la infancia solo como personas vulnerables necesitadas de apoyo y protección, quiero hacer especial énfasis en las potencialidades, recursos y capacidades de los niños y niñas. Por eso, la consigna principal es la de una validación constante de la voz de la infancia y un respeto absoluto de la identidad infantil.
Los padres tenemos una gran responsabilidad ya que depende en gran medida de nuestras actuaciones el que ellos puedan desarrollarse con todo su potencial y se conviertan en adultos seguros capaces de afrontar los innumerables retos que les plantee la vida.
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La terapia psicológica, ya sea en formato presencial u on line, te permite conocer el origen y mantenimiento de los pensamientos y conductas desadaptadas que interfieren en tu bienestar y en tu salud, de forma que encuentres las técnicas-estrategias que te ayuden a cambiar los pensamientos irracionales que afectan negativamente a tus emociones y a tu conducta.
Puedes obtener información o concertar una cita previa a través de llamada telefónica, WhatsApp o correo electrónico.
